Además, es un poderoso antioxidante natural. Esto significa que combate el daño celular causado por los radicales libres, lo que se traduce en un envejecimiento más lento, una piel más saludable y una mejor protección contra enfermedades degenerativas. IncreÃble, ¿no?
Y si te preocupa el mal aliento, aquà tienes otro punto a favor: su aroma intenso y propiedades antibacterianas ayudan a combatir las bacterias en la boca, dejando una sensación de frescura y limpieza duradera.
Eso sÃ, como todo en la vida, debe consumirse con moderación. Uno o dos clavos al dÃa son más que suficientes para obtener todos estos beneficios sin riesgos.
Asà que ya lo sabes: comienza a incluir clavo de olor en tu rutina diaria, ya sea en infusiones, al cocinar o simplemente masticando uno de vez en cuando. Tu cuerpo (¡y tu aliento!) te lo agradecerán toda la vida.