Cultivar un limonero en casa es más fácil de lo que parece. No necesitas comprar semillas ni tener conocimientos avanzados de jardinería. De hecho, puedes comenzar tu cultivo con las semillas de un limón que ya hayas utilizado en la cocina. Con unos sencillos pasos y un poco de paciencia, pronto verás cómo empiezan a brotar las primeras hojas de tu propio limonero.
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Preparación de las semillas
Después de exprimir un limón para una receta o una bebida, en lugar de tirar la cáscara y las semillas, úsalas para comenzar tu cultivo. Primero, extrae las semillas y enjuágalas bajo el chorro de agua con la ayuda de un colador. Asegúrate de retirar cualquier resto de pulpa para evitar que se descomponga y afecte a la germinación.
El siguiente paso es sumergir las semillas en un vaso de agua durante unas horas. Observa cuáles flotan, ya que estas no son viables para plantar y deben desecharse. Luego, coloca las semillas seleccionadas sobre papel absorbente y deja que se sellen por completo.
Germinación y siembra
Una vez secas, retira con cuidado la fina capa que cubre cada semilla. Esto facilitará la absorción de agua y acelerará el proceso de germinación. Después, colócalas de nuevo en agua y déjalas en remojo durante dos días.
Mientras tanto, prepara una maceta con buen drenaje. Primero añade una capa de arcilla expandida o piedras pequeñas para evitar encharcamientos. Después, añade tierra fértil o sustrato universal. Cuando las semillas hayan absorbido suficiente agua, colócalas en horizontal sobre la tierra y presiónalas suavemente hasta que queden cubiertas con aproximadamente un centímetro de sustrato.
Riega la maceta abundantemente y colócala en un lugar adecuado. Si es invierno o principios de primavera, es recomendable tenerla en el interior, en una zona iluminada pero sin exposición directa al sol. Si el clima es cálido, puedes dejarla en el exterior, en un lugar con luz indirecta. También puedes optar por un pequeño invernadero casero para proteger la planta en sus primeras etapas.
Crecimiento y cuidados
En aproximadamente 10 a 15 días, comenzarás a notar los primeros hermanos. A partir de este punto, es fundamental mantener el sustrato húmedo sin regar en exceso, ya que el exceso de agua puede pudrir las raíces. Con el tiempo, la plántula crecerá y, si se le da el cuidado adecuado, acabará dando frutos.
Con este método sencillo y gratuito, podrás cultivar tu propio limonero en casa y disfrutar de sus beneficios con el tiempo. ¡Solo necesitas paciencia y dedicación para ver cómo tu árbol se desarrolla y empieza a dar frutos!