Durante el invierno, es común notar que las puntas de las hojas de las plantas de interior comienzan a secarse.
Esto puede ser preocupante para quienes aman su hogar lleno de vegetación, pero la buena noticia es que tiene solución.
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Causas del problema
El principal motivo por el que las hojas se secan en esta época es la baja humedad ambiental.
Con la llegada del frío, los sistemas de calefacción reducen la humedad del aire, lo que afecta a las plantas, incluso si reciben suficiente riego.
Además, las temperaturas elevadas dentro del hogar pueden agravar la situación, sobre todo si superan los 27°C.
Cómo evitarlo
Aleja las plantas de fuentes de calor
Evita colocar las macetas cerca de estufas, calefactores o radiadores, ya que el aire caliente acelera la deshidratación de las hojas.
Aumenta la humedad del ambiente
Si no puedes cambiar la ubicación de las plantas, coloca las macetas sobre bandejas con piedras húmedas, musgo o arcilla expandida con agua. A medida que el agua se evapora, aumentará la humedad alrededor de las plantas.
Evita el exceso de temperatura
La mayoría de las plantas de interior no toleran temperaturas superiores a 27°C. Si notas que el ambiente está demasiado cálido, intenta mover las macetas a un lugar más fresco dentro de la casa.
Usa agua adecuada para el riego
Riega las plantas con agua a temperatura ambiente, previamente reposada o filtrada. También puedes usar agua de lluvia o nieve derretida, ya que algunos estudios indican que beneficia a las plantas.
Protege las plantas de los cambios bruscos
Las corrientes de aire y los cambios de temperatura pueden debilitar las plantas, contribuyendo al secado de sus hojas. Ubícalas en un sitio donde no estén expuestas a corrientes de aire frío.
Para mantener tus plantas sanas durante el invierno, es fundamental controlar la humedad, la temperatura y su ubicación dentro del hogar.
Con estos cuidados simples, evitarás que las hojas se sequen y disfrutarás de un espacio verde y saludable en cualquier época del año.