Entre ellos, destaca la combinación de vinagre y ajo, dos ingredientes con potentes propiedades antimicrobianas.
¿Por qué vinagre y ajo?
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Vinagre:
Su acidez crea un ambiente hostil para los hongos, evitando que se sigan desarrollando. Además, ayuda a suavizar la uña afectada.
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Ajo:
Contiene alicina, un compuesto con efecto antifúngico y antibacteriano, ideal para combatir infecciones en la piel y uñas.
Cómo preparar el remedio
Ingredientes:
Preparación y uso:
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Machaca bien los dientes de ajo hasta obtener una pasta.
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Mézclalos con el vinagre en un recipiente limpio.
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Deja reposar la mezcla al menos 2 horas antes de usarla.
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Sumerge la uña afectada durante 15 a 20 minutos diarios.
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Seca muy bien la zona al finalizar, ya que la humedad favorece al hongo.
Opción extra: cataplasma
También puedes aplicar el ajo machacado directamente sobre la uña afectada, cubrir con una gasa y dejar actuar 20 minutos.
Recomendaciones importantes
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Sé constante: el tratamiento debe aplicarse a diario durante varias semanas.
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Mantén las uñas cortas y limpias.
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Usa calzado ventilado y evita la humedad.
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Si el hongo no mejora o empeora, lo ideal es consultar a un dermatólogo.
El vinagre y el ajo son aliados naturales que, combinados, pueden ayudar a frenar el crecimiento de los hongos en las uñas. Con constancia y buenos hábitos de higiene, este remedio puede ser un complemento útil al tratamiento médico.