Las Crocs son uno de los calzados más populares y a la vez más polémicos del mundo. Su diseño peculiar y su comodidad han generado tanto seguidores fieles como críticos. Con el tiempo, han surgido varios mitos alrededor de ellas.
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1. “Las Crocs son malas para los pies”
🔹 Mito: Se dice que usarlas daña la postura o deforma los pies. 🔹 Realidad: Los podólogos coinciden en que las Crocs pueden ser cómodas, pero no son recomendables para usarlas todo el día, ya que no ofrecen suficiente soporte en el arco y tobillos. Son ideales para estar en casa o en actividades cortas, no como calzado principal.
2. “Son solo sandalias de plástico”
🔹 Mito: Muchas personas creen que están hechas de plástico barato. 🔹 Realidad: Las Crocs están fabricadas con Croslite, una resina ligera, antibacteriana y resistente que les da su particular comodidad.
3. “Se derriten con el sol”
🔹 Mito: Hay quienes piensan que si se dejan bajo el sol directo, las Crocs se derriten. 🔹 Realidad: No se derriten, pero sí pueden deformarse con el calor excesivo (como en un carro cerrado al sol).
4. “Las Crocs no son elegantes”
🔹 Mito: Se asocian con un estilo poco estético o “descuidado”. 🔹 Realidad: La moda ha dado un giro y hoy existen colaboraciones de Crocs con marcas de lujo y artistas que las han convertido en tendencia.
5. “Usarlas descalzo es antihigiénico”
🔹 Mito: Se cree que, al no usar calcetines, son antihigiénicas. 🔹 Realidad: Gracias al material Croslite, tienen propiedades antimicrobianas y son fáciles de lavar, lo que las hace más higiénicas que muchos otros zapatosConclusión
Las Crocs están rodeadas de mitos, pero lo cierto es que son un calzado cómodo, práctico y versátil. Como todo zapato, su uso depende del contexto: no son lo mejor para largas caminatas o deportes, pero sí son una excelente opción para descansar los pies, estar en casa o disfrutar de la comodidad diaria.