La inflamación en el ojo es un problema frecuente que puede afectar a personas de todas las edades. Se caracteriza por enrojecimiento, hinchazón, picazón o dolor en la zona ocular. Identificar la causa es clave para un tratamiento adecuado.
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Causas más comunes
Conjuntivitis: infección o irritación de la conjuntiva, suele acompañarse de lagrimeo y secreción.
Alergias: el polvo, el polen o ciertos productos pueden inflamar los ojos y causar picor intenso.
Orzuelo: pequeño bulto doloroso en el párpado, producto de una infección en las glándulas sebáceas.
Blefaritis: inflamación crónica de los párpados, generalmente asociada a bacterias o problemas en la piel.
Golpes o cuerpos extraños: una partícula de polvo, arena o un roce fuerte pueden irritar el ojo.
Qué hacer en casa
Compresas frías o tibias: ayudan a desinflamar y aliviar la molestia.
Lágrimas artificiales: mantienen el ojo hidratado y reducen la irritación.
Higiene ocular: limpiar los párpados con agua tibia y evitar frotarse los ojos.
Descanso visual: reducir el uso prolongado de pantallas.
Cuándo acudir al médico
Si la inflamación dura más de 48 horas.
Si hay dolor intenso o pérdida de visión.
Si aparece pus, fiebre o sensibilidad extrema a la luz.
Conclusión: un ojo inflamado puede ser algo leve y pasajero, pero también una señal de infección que requiere atención médica. Cuidar la higiene ocular y buscar ayuda profesional a tiempo es la mejor forma de prevenir complicaciones.