La piel de los niños es muy delicada y puede presentar diferentes tipos de lesiones que alarman a los padres. En la imagen se observan heridas circulares y rojizas en la pierna, que podrían estar relacionadas con infecciones, picaduras o reacciones cutáneas. Reconocer las posibles causas es fundamental para buscar ayuda médica a tiempo.
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Posibles causas
Infecciones bacterianas o virales Algunas infecciones en la piel como el impétigo o la varicela pueden generar ampollas o úlceras.
Picaduras de insectos Mosquitos, arañas o insectos pueden dejar lesiones inflamadas que, al rascarse, se infectan.
Reacción alérgica Ciertos alimentos, medicamentos o contacto con sustancias irritantes pueden producir lesiones circulares.
Micosis o hongos Infecciones por hongos, como la tiña, suelen causar manchas redondas y con borde elevado.
Quemaduras o irritación por fricción El contacto con superficies calientes o la fricción constante con la ropa o pañales también puede provocar heridas.
Cuidados iniciales en casa
Mantener la zona limpia con agua tibia y jabón neutro.
Evitar rascar o manipular la herida.
Aplicar compresas frías para reducir la inflamación.
No usar remedios caseros agresivos sin indicación médica.
Vigilar la aparición de fiebre, pus o aumento de la herida.
Prevención
Mantener la piel del niño hidratada y protegida.
Usar ropa de algodón y evitar la humedad prolongada por el pañal.
Revisar la cama y el entorno para evitar picaduras de insectos.
Consultar al pediatra ante cualquier lesión sospechosa que no mejore en pocos días.
Nota importante: Este tipo de lesiones deben ser valoradas por un médico, ya que requieren diagnóstico profesional y, en algunos casos, tratamiento con antibióticos o cremas especiales.